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martes, 25 de diciembre de 2018

ALGARROBINA EX FUNCIONARIA DEL PODER JUDICIAL ABRIRÁ LA PRIMERA ESCUELA DE MEDICINA CHINA EN SAN ANTONIO

La algarrobina Nora Pedraza explica cómo se enamoró de esta milenaria ciencia y habla de sus planes para dar clases en la zona.
 
Nora junto al doctor Jiao, quien es
 secretario de la Asociación de Medicina China en Chile.
Noticia del diario El Líder de San Antonio
Edición 25.12.2018 Págs. # 8 y 9.
Reporteada Rodrigo Ogalde

Hasta antes de la Reforma Procesal Penal, Nora Pedraza Jiménez (63) trabajaba como actuaria en la Corte de Apelaciones de Santiago, donde admite que pasó gran parte de sus años laborales en un lugar gris y donde no faltaba el juez que tenía muchas ínfulas del poder que ostentaba.

Los cambios al sistema judicial, generados a inicios de la década del año 2000, abrieron la opción de que cientos de funcionarios se acogieran a retiro. Así Nora fue uno de ellos y, por fin, pudo respirar más tranquila y salir de ese mundo altamente tenso y exigente en que convivía a diario con jueces y abogados.

Alejada de las rutinas laborales se dedicó a viajar por el mundo con su esposo, el alemán Jurgen von Butry.

El encanto inicial

Un día cualquiera del año 2006, rememora, estaba leyendo una entrevista en un diario al director de la Escuela de Medicina China, que opera en Santiago. "Hice las consultas y me matriculé; pensé que sería algo muy simple, pero la verdad es que fue bien complicado porque la visión de la medicina china es muy distinta a lo occidental. Para mí fue muy complicado, pero lo aprendí", cuenta.

Tuvo mucha paciencia para no dejarse atrapar por las dificultades y persistir en sus estudios. Jurgen la apoyó con mucha fuerza y Nora concluyó con éxito su periodo de aprendizaje.

Así conoció la medicina china y se encantó con las técnicas que permiten sanar enfermedades con aquella maestría que lo hacen en la cultura oriental.

"Cada día me enamoro más de esta medicina", afirma esta mujer que hoy vive en Algarrobo junto a su familia, ya que atrás dejó su estadía en Santiago.

Hoy ya tiene un doctora en medicina china y reconoce que esta área siempre le atrajo. "La salud siempre ha sido la pasión de mi vida", confirma.

Para llegar a hacer el doctorado, antes viajó a China a realizar una pasantía y, más tarde, un magister. Su última década de vida ha sido de un constante aprendizaje y entrega por esta ciencia.

"Los resultados de la medicina china son realmente asombrosos, admirables... de repente hasta milagrosos", señala.

-¿En qué se basa esta forma de sanación?

-Se basa en energías, canales, meridianos y en puntos específicos, dependiendo lo que uno vaya a hacer. La raíz de la medicina china está en que todas las enfermedades nacen de una emoción.

Nora resalta que con esta forma es posible tratar "las trancas o broncas" con que cada uno carga de acuerdo a la historia personal. "Yo he tenido pacientes que durante años se miran con sus madres o con sus hermanos y no se hablaron nunca más en la vida. Eso los enferma más porque esas rabias y rencores tienen que generar un resultado", asevera.

-¿Qué técnicas usa la medicina china?

-La acupuntura es una de ellas, pero también está la moxibustión, que es el uso de unos verdaderos puros que contienen un prensado de más de mil plantas chinas. Se calienta la zona (del cuerpo) con esto y se usa mucho en invierno para calentar los pulmones. Además, se usan técnicas como las ventosas, la auriculoterapia y el electro.

-¿Está indicada para cualquier tipo de enfermedad?

-Todas, incluido el cáncer.

Para los males del alma o esas mismas trancas que no dejan que las personas sean completamente felices, Nora aconseja que hay que perdonar. "Qué otra cosa podemos hacer. La vida nos perdona siempre", señala.

-¿A usted le sirvió aprender esto para su vida personal y la relación con su familia?

-Absolutamente, me cambió la vida. Entendí, primero que todo, por qué enfermaba tanto del estómago, por qué hacía tanto cuadros de acidez y vivía con úlceras. Eran rabias porque uno se enoja por muchas cosas.

En su caso personal, Nora admite que tuvo que sobreponerse a su fallido primer matrimonio y enfrentar la vida sola con sus tres hijos.

"Todo era muy complicado. Trabajaba en un lugar que era muy tensional, con gente complicada, con jefes difíciles y endiosados. Todo eso lo lleva a uno a un nivel tensional que, finalmente, es estar enojada con el mundo", comenta.

De esa época gris, Nora solo salió cuando dejó su trabajo en el Poder Judicial.

El respaldo de su marido Jurgen sería esencial para la etapa de estudiante de medicina china que ella luego asumiría. "Él fue mi pilar para que terminara los estudios y no claudicara", confirma.

-¿Y ahora cuál es su proyecto?

-Mi plan es entregar este conocimiento que tan generosamente la vida y el destino y Dios han puesto en mi camino. Tengo la convicción de que esta es la medicina del futuro y que es la forma sana para recuperar la salud de las personas".

"Con esta medicina las personas tienen una mejor calidad de vida porque empiezan a sanar sus heridas y se transforman. Se dan cuenta que hay muchas cosas que no tiene sentido seguir haciéndolas o recordándolas. Hay que pensar que lo que fue ya fue, ya pasó y esperemos y recibamos lo que viene", señala.

Nora agrega que "lamentablemente nuestra cultura va por el lado de lo gringo y no por el lado de lo asiático. Entregar todo este conocimiento y la experiencia que tengo me ha motivado para abrir una escuela de medicina china en San Antonio, que esperamos funcione a partir de abril del próximo año. Tendrá clases presenciales una vez al mes y el resto del material se enviará por internet, como son las escuelas modernas".

La algarrobina añade que la nueva escuela tendrá profesores nativos y su oferta será acceder a los estudios de un diplomado de cuatro años.

Ella, como integrante de la Asociación de Medicina China en Chile, pretende darles a los futuros alumnos una formación de excelencia. "También queremos hacer convenios con una universidad en China para que los estudiantes terminen con una pasantía en ese país", concluye.

Así, esta mujer que disfruta contenta y conforme del cariño de sus hijos Maximiliano, Alejandra y Esther y del amor de su esposo, se apresta a dar un nuevo paso en este largo camino que comenzó cuando supo de las bondades de una medicina milenaria y realmente sanadora.

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1 comentario:

  1. Nora, ¿cómo podemos contactarte?. Me interesa mucho el tema y quisiera información respecto de los cursos que impartirá la escuela de San Antonio.

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