EVITAR LA POBREZA
Por Patricio Mancilla Potocnjak.
“Porque no tienen vida a causa de sus necesidades, y Él ha venido a dar vida.”, esto dice el evangelio. Si, ocuparse de la pobreza es un asunto ético muy relevante para una comunidad, pero no desde el victimismo sino más bien desde la caridad. La pobreza es una condición humana y sabemos que esta puede ser espiritual y/o material.
Es delicado hablar de pobreza desde una condición que podríamos decir de “no pobreza”, pero es momento de hablar de esto porque no podemos caer en ella y debemos evitarla. El tema es muchísimo más importante que la desigualdad, porque la desigualdad es un aspecto social muy natural y la pobreza es un tema personal no tan natural.
También es útil ahora diferenciar lo que es pobreza de miseria. Pobreza se define como “falta de recursos para cubrir necesidades básicas, mientras que la miseria implica una pobreza extrema que afecta la dignidad y el bienestar de la persona”. En la pobreza es posible la dignidad, aunque con dificultades. La miseria puede llevar a la desesperación por el futuro, a la perdida de esperanza. “La pobreza puede ser superada con esfuerzo y oportunidades, la miseria puede ser más difícil de superar debido a la falta de recursos y accesos”. La pobreza puede afectar la calidad de vida, pero no necesariamente la dignidad, la miseria compromete la dignidad humana”.
Ante esta realidad, ¿Cómo ayudamos a dar “vida”? Empezar a aunar criterios, ósea, que hacemos las personas y el estado. Las personas actuar con caridad y agradecimiento es fundamental, en este aspecto, ¿pero el estado? Es obvio que el estado debe ocuparse de las personas en condición de miseria y debe hacerlo en particular, no colectivizando su situación.
Colectivizar no resuelve el problema y arrastra a otras personas a lo mismo. El estado frente a la pobreza debe actuar de otra manera, procurando todo el tiempo de apoyar los esfuerzos, con la proyección de salir de la pobreza creando las oportunidades que nacen desde privados,
ósea de nosotros mismos, como del estado, esto realizado de manera sistémica muchas personas salen de la pobreza, como ya lo ha demostrado el país.
El estado pensando en “no tendrás nada, pero serás feliz”, es muy indigno para las personas, la idea del evangelio es obtener recursos y satisfacer necesidades para dar vida, eso nace desde la persona, todos sabemos que cuando las personas ya no necesitan nada es solo en la muerte.
Por esto las personas no podemos ser dependientes de ayudas sistémicas del estado,perseguir eso afecta la dignidad.
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