jueves, 19 de junio de 2025

OPINIÓN: EL ORGULLO CORRUPTO

Por Patricio Mansilla Potocnjak

Es bastante plausible que en estos tiempos se de el caso que personas corruptas con poder sientan un “orgullo corrupto” lo que implica actuar sin complejos, sin remordimientos y sin vergüenza como primera acción, como segunda acción, reconocer “si, nos hemos corrompido” y luego hacer la pregunta ¿acaso prefieres que gobierne el adversario? ¿Te gusta más la corrupción del adversario? Y así los partidarios aguantarán con un gesto de asco, pero seguirán porque no puede llegar el adversario al poder.

La democracia tiene tres premisas básicas: Elecciones libres y limpias, sometimiento a la ley y la posibilidad de alternancia, la ausencia de una sola da la posibilidad de una deriva autocrática.

Si un gobierno “compra” apoyos como modo de que avancen sus políticas o como parte de un sistema político y una oposición que recibe “pagos” para aprobar medidas hasta en contra de sus propios principios para sostener influencia y/o privilegios, estaríamos ya en una especie de

“Orgullo Corrupto” y se podría esperar cualquier cosa distinta de la marcha de un país democrático que busca el bien común.

La corrupción no es solo la malversación de fondos; lo es también el fraude de ley, la falta de transparencia, los evidentes discursos engañosos, el enchufismo de familiares y amigos, la desviación de poder y la mentira como modelo político.

“El Orgullo Corrupto” también tiene el discurso de exculparse de su deshonestidad y sus actos corruptos como pequeños o inevitables errores por cualquier motivo, incluso por falta de experiencia, anunciando a los cuatro vientos que estas cosas suceden por la ·esforzada tarea al

servicio del pueblo”, que solo puede ser creída por adeptos y aceptada por no adeptos como manera de mantener “estabilidad”, que es de suponer que llagando al poder, ellos tendrían el mismo trato.

Es de esperar que los ciudadanos votantes del país nunca sientan ese “Orgullo Corrupto” seamos capaces de identificar instituciones y personas en estas, que funcionen y las que no, en el sentido de no aceptar la corrupción como progreso o prosperidad ni siquiera relativamente.


pmansill@gmail.com

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