Por Pablo Salinas
La voz de Luis Morales tiene una autoridad que se la da no solo su formación académica, como antropólogo social, sino, sobre todo, su labor en el desarrollo de investigaciones especialmente referidas a nuestro territorio. Ha publicado dos libros que condensan buena parte de su trabajo de recopilación y ordenamiento de antecedentes bibliográficos, pero también de formulación de propuestas. A mi modo de ver, su enfoque ofrece una de la visiones más ricas y atractivas respecto a los aspectos más intrínsecos de las sociedades que habitaron estas tierras antes de la llegada del europeo.
Ante el conflicto que hoy se suscita por la amenaza urbanística en Punta de Tralca, Luis es claro:
"Estamos ante una situación que se produce por el modelo de desarrollo que se ha impuesto en El Quisco en los últimos 25 años, que promueve la expansión urbana en desmedro del medio ambiente. Y esto se potencia con funcionarios municipales, sobre todo en la Dirección de Obras y SECPLAC, que se perpetúan en sus cargos."
A su juicio, los valores patrimoniales de Punta de Tralca se pueden establecer en 4 aspectos: histórico, naturalístico -hábitat de especies de flora y fauna nativas y, muchas de ellas, amenazadas-, paisajístico -belleza escénica exaltada por el mismo Neruda- y arqueológico -huellas de habitantes originarios de incluso 2 mil años de antigüedad-.
Pero dentro de ese mismo contexto patrimonial de Punta de Tralca, el investigador también releva otro punto, hoy escasamente valorado: la desembocadura de la quebrada El Totoral y su estero, un par de kilómetros al norte de la península. En una visita desde la playa hasta el antiguo puente, junto a abundancia de especies vegetales nativas, se detecta la presencia de higueras y parronales, que dan cuenta del uso agrícola que en el pasado se le dio a esas tierras, favorecidas por el escurrimiento natural de agua, el que se remota incluso a épocas pretéritas, dada la existencia de restos arqueológicos que se descubren tras una rápida inspección.
Desgraciadamente, el sector, a la basura que se acumula en distintos puntos, presenta hoy una grave intervención en su ladera sur a la altura del puente Seminario, donde los restos de eucaliptos cortados en fecha reciente y grandes volúmenes de escombros de todo tipo, suman ahora material removido por maquinaria pesada. Otra flagrante intervención en un sector de alto valor patrimonial de El Quisco, que exige pronto y efectivo resguardo y protección.
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