La playa de Cachagua, en la comuna de Zapallar, se convierte en la primera de Chile en alcanzar certificación ambiental "Blue Flag".
Por Pablo Salinas
A comienzos de la temporada veraniega, el municipio local informó que se entraba en la fase final para obtener este prestigioso reconocimiento internacional. Tres meses después, la meta ya está cumplida.
Pero, ¿qué se requiere para acceder a esta certificación? Los criterios de "Blue Flag" son rigurosos y se aplican en 4 ámbitos: medioambiental, educativo, de seguridad y acceso.
Conviene detenerse en el primero de estos puntos. La categoría "Blue Flag" debe ser garantía de playas con aguas para el baño de óptima calidad. Para esto, impone varias exigencias, como la instalación de un punto de muestreo en un área altamente concurrida de la playa, con un régimen al menos mensual de análisis. En forma paralela, un laboratorio independiente, con certificación internacional, debe regularmente hacer análisis a nivel microbiológico y físico-químico. Las playas nuevas que postulen deben entregar al menos 20 resultados de chequeos previos.
Sumado a esto, las aguas industriales o residuales no deben afectar de ninguna manera la zona de baño. Los postulantes deben identificar los focos de eventual contaminación y entregar un perfil con las características físicas, geográficas y oceanográficas de la área propuesta, por lo que se recomienda no exista ningún punto de descarga dentro de esta, ni tampoco dentro de la zona de amortiguación (buffer).
Además, por considerarse como parte de los componentes naturales de los ecosistemas marinos, todo desecho algal (de algas) no debe ser retirado de las playas...
El sello "Blue Flag" brinda un reconocimiento avalado internacionalmente, asociado a altos estándares ambientales y, por consiguiente, a una oferta turística superior. Por desgracia, hoy en Algarrobo estamos todavía muy lejos de aspirar a un reconocimiento de esa naturaleza.
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