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jueves, 23 de enero de 2020

LA DEFENSA HISTÓRICA DE EL MEMBRILLO: MÁS ALLÁ DE LOS PITOS Y LAS PANCARTAS

Por Pablo Salinas

Hace 7 años, en febrero de 2013, el subsecretario de Medio Ambiente visitó Algarrobo. Esta mañana, enero 2020, quien tenía anunciada visita era la ministra, pero en su reemplazo salió en último momento de la banca una figura menor, el jefe de división de recursos naturales.

En 2013, el caso que trajo a la comuna al segundo en el escalafón ambiental del gobierno fue la grave denuncia de la matanza de aves al interior del Santuario Pájaro Niño. Como sabemos, una vez dada esta a conocer por los canales de televisión, el revuelo fue mayúsculo y a las convocatorias ciudadanas respondían miles de vecinos que salían a las calles con pancartas y pitos a vociferar. Entonces, el gobierno, a través de su subsecretario, desde los jardines de la municipalidad manifestaba su honda preocupación y total rechazo a los hechos denunciados, y reiteraba que el Estado de Chile se estaba haciendo parte de las acciones legales contra los responsables a través de su Consejo de Defensa. Como también sabemos, superada la calentura de las primeras semanas, el juicio derivó en un acuerdo compensatorio, un arreglo extrajudicial -por sumas irrisorias- y terminó archivándose. 

Hoy, cuando este funcionario de gobierno aparece en El Membrillo en el marco de la promulgación de la ley de humedales urbanos -la cual obedece a una iniciativa de un parlamentario, no de su gobierno- existe una diferencia grande con el escenario de 2013: las acciones legales para detener la amenaza que se cierne sobre este otro punto importante de nuestro patrimonio natural ya están iniciadas, hace rato, y, esto es lo más relevante, no descansando en la gestión que puedan hacer las autoridades -como fue en 2013- sino por gestión directa de las agrupaciones ciudadanas.
La historia de la defensa de El Membrillo lleva ya años, y comienza harto más atrás del recurso de protección interpuesto por el abogado Gabriel Muñoz en representación del movimiento ambiental algarrobino Rescate Pingüino a mediados de 2019. En esta juega un rol importante, ciertamente, la Fundación Kennedy, la primera agrupación que puso los ojos con enfoque de resguardo y puesta en valor sobre este humedal. Como también juegan un rol crucial varios simpatizantes de esta organización, que en forma más o menos anónima han realizado una perseverante labor de difusión y fiscalización. Pero, muy especialmente, todos quienes reaccionaron con acciones concretas, no con pitos ni pancartas, para lograr detener en 2014 el proyecto inmobiliario que amenazaba de manera todavía más clara y brutal que el proyecto de 2018 el ecosistema del humedal. Acciones como oficiar a los organismos con competencia directa en la materia, como la DGA o la DOH, para alertar sobre la irregularidad en que se estaba incurriendo al autorizar levantar torres a solo metros de las áreas de nidificación o pasarelas que atravesaran de lado a lado el humedal. Por si esto algunos no lo saben, ese proyecto existió y estuvo a punto de convertirse en realidad. Incluso, una vez logrado frenarlo por vía administrativa, maquinarias de la inmobiliaria irrumpieron en el área del humedal con el objetivo de iniciar las faenas. Hubo que reaccionar en cosa de segundos, tomar el auto y ahora frenar, no con oficios ni menos con pitos, sino parándose literalmente frente a las retroexcavadoras para salvarle el pellejo al humedal. ¿Quién hizo eso? Marcelo Inostroza, actual encargado del Departamento de Medio Ambiente municipal.

El activismo medioambiental responde a cuestiones de sensibilidad y convicciones, y se sustenta en un soporte conceptual profundo, que va estrechamente entroncado con una visión crítica y a la vez propositiva de una forma de desarrollo social y cultural. Tal como me dijo ayer Gabriel Muñoz, los activistas medioambientales no somos tontos. Como si lo son todos los que se visten de última hora con los ropajes del ambientalismo para darle vitrina a su mero afán de figuración.

Respeto. Así como a los ambientalistas nos mueve el respeto hacia todas las formas de vida que comparten con nosotros este planeta, también sabemos respetar a quienes vienen trabajando desde antes y saben mucho más que nosotros.

" Las opiniones vertidas son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento de Algarrobo Digital. "

1 comentario:

  1. Que cierto lo que dice Pablo en su escrito, todos los presentes merecían el debido respeto por años de trayectoria en defensa del humedal, las groserías y empujones por personas ajenas al tema que se han subido al carro para hacerse notar es de un pésimo gusto y peor educación . Así no se defiende solo se ofenden ellos mismos. Todo mi apoyo a los supuestamente funados

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