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jueves, 11 de enero de 2018

LA GRACIA DE COMER PESCADO

Artículo de Opinión
(Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan necesariamente el pensamiento ni la línea editorial de este Diario)
Alien Carraz
Autor, pensador, ensayista y narrador
Chile, está en el privilegiado grupo de países que tiene más línea costera en el mundo, con una enorme extensión que alcanza los 6.435 kilómetros conteniendo miles de pintorescas y coloridas caletas de pescadores. O sea, tenemos tanto mar que perfectamente podríamos ser los mayores consumidores de pescado del planeta y, en vez de atiborrarnos con la adrenalina contenida en la carne de una inocente vaca holandesa (nacida y criada en el sur de Chile), deberíamos aprovechar a cabalidad los nutrientes de primera calidad contenidos en la carne de algunos pescados con muy baja concentración o fundamentalmente libres de mercurio.(nota al final de este artículo)
Estos peces contienen, especialmente, ácidos grasos Omega  3, los que tras muchos análisis y estudios científicos con miles de participantes en pruebas, se ha demostrado que favorecen absolutamente la salud cardiovascular y los procesos químicos contenidos en la salud mental.

Y si esto no le parece tanto, habría que agregar que el consumo de determinados pescados también mejora el cociente intelectual de los adolescentes, al tiempo que reduce su pérdida en personas de edad avanzada. Igualmente, la ingesta de este alimento ayuda efectivamente en la función cognitiva de las personas, es decir, en los procesos mentales que nos permiten recibir, seleccionar, almacenar, transformar y elaborar toda la información acerca del mundo o del ambiente que no rodea. O sea, estimula una mejor sinapsis (el mecanismo de comunicación de las neuronas que les sirve para coordinar cualquier función del organismo).

Para los niños, consumir determinados pescados tiene gran influencia en sus capacidades intelectuales porque mejora la calidad y duración del sueño y evita la somnolencia diurna (o sea, ayuda a que su lindo muchachito no ande a los cabezazos y bostezos en las clases de matemáticas a las 3:00 de la tarde, por ejemplo)

El cerebro, además de ser el centro operacional del organismo, es también una máquina extremadamente sensible (y no hablo de moquear y llorar) que, tanto en la infancia como en las etapas adultas, necesita un constante aporte de aminoácidos (componentes básicos de las proteínas) y de los ya nombrados ácidos Omega3 para su buen funcionamiento. Todos, nutrientes contenidos en la carne de algunos pescados.

Ya está más que comprobado que los hábitos alimentarios influyen efectivamente en la salud, el bienestar y el rendimiento de la actividad cerebral y, de paso, a la memoria, la concentración, el aprendizaje y la capacidad de atención.

Por otra parte, está más que demostrado que lo que es bueno para usted, a lo mejor no lo es tanto para otra persona. Hay quienes beben un par de copas  y se transforman en unas malditas bestias, mientras otros se vuelven simpáticos, chistosos y da gusto conversar con ellos.
La alimentación, al igual que cualquier otra cosa que usted le meta a su cuerpo también tiene que ver con esta especie de simbiosis (relación que se da entre dos organismos) que se genera entre su cuerpo y lo que usted come, bebe, fuma,  esnifa o se inyecta.

Por lo tanto, y a pesar que en internet nos tienen hasta más allá de la coronilla con todo tipo de noticias falsas sobre la salud y dietas que no sirven para nada, usted siga fielmente a su instinto y deje que su cuerpo le hable. Hágase de un filetito de jurel (si es que no le da para corvina, lenguado o quizás una deliciosa reineta) que esté sumamente fresco (cualquier pescado añejo es fatalmente malo) y en una sartén buena, de esas que no necesitan casi nada de aceite y que ahora valen unos cuantos pesos, cocínelo lo justo para que le quede jugoso y no se le seque.
¡Oiga, si esto no lo encuentra delicioso…entonces lo suyo son los Mc Donnald’s y toda la sarta de porquerías chatarras que ahí venden como si se parecieran en algo a las que ponen en las fotos de su publicidad. 

Lo otro que debe usted saber que hay una interesante diferencia en cuanto al tipo de pescado que puede consumir:
Pescados blancos (lenguado, merluza, gallo, bacalao, cabracho, congrio, rodaballo, cabracho…)
Estos peces son ricos en proteínas, sales minerales, aportan muy pocas calorías (contienen entre un 1 y un 3% de grasa) y ofrecen una buena cantidad de vitaminas del grupo B, especialmente B12. También, aportan yodo, que es útil para las alteraciones de la tiroides, al tiempo que inciden en la mantención de los niveles de colesterol  y la prevención de enfermedades del corazón.
Pescados azules (sardina, atún, salmón, trucha, bonito, pez espada, palometa, rodaballo, jurel, angula, anchoa, carpa…)
El tono azul de su piel se debe a que son peces que viven en aguas muy frías y superficiales. Tienen entre un 8 y un 15% de grasa, aunque ésta es poliinsaturada. Es decir, está cargada de cosas beneficiosas para la salud cardiovascular y la circulación sanguínea. Entre ellas, los ácidos grasos Omega3 ya mencionados, gran cantidad de proteínas, yodo, fósforo, magnesio, calcio y hierro.

En otras palabras, comer carne de algunos pescados es buenísimo para su salud. Y si ha escuchado que estos escamosos animales están contaminados con mercurio, permítame aclararle que tal cosa es cierta. Sin embargo, usted puede hincarles el diente con toda confianza a todos estos buenos chicos (peces, mariscos o moluscos) reseñados en la siguiente lista y que viven en nuestro mar o en otros océanos del mundo: Anchoas, reineta, pez mantequilla, bagre, almeja, cangrejo, cangrejo de río, gurrubata, rodaballo, abadejo, merluza, arenque, caballa, ostra, percha de mar, platija, abadejo, salmón (enlatado), salmón (fresco), sardina, vieira, sábalo, camarón, lenguado del Pacífico, calamar (chipirón), tilapia, pescado blanco, romero.
Los que NO debe usted comer hasta nueva orden, porque contienen una alta concentración de mercurio, son: Caballa gigante, pez aguja, tiburón, pez espada, blanquillo, atún y pargo alazán.

2 comentarios:

  1. Ya oyeron al tío Alien....a comer pescados, los descriteriados!!!
    El pescado es un excelente alimento. Tal como dijo Hipócrates, "que tu alimento sea tu medicina".
    Come bien, y estarás sano.

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  2. Para ser alcalde y comer pescado hay que tener mucho cuidado !!!!

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