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miércoles, 27 de diciembre de 2017

¿POR QUÉ GANÓ PIÑERA?

Artículo de Opinión. Actualidad Nacional
(Las opiniones vertidas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no representan, por tanto, el pensamiento ni la línea editorial de este Diario)

"Ganó porque tuvo la misma valentía de Ricardo Lagos después de la primera vuelta de 1999 y cambió de estrategia para el balotaje". Eugenio Tironi B.
  
Columna de Opinión – Diario El Mercurio
Eugenio Tironi B. Sociologo y ensayista

Eugenio Tironi

Nunca me ha gustado eso de tratar de confirmar o refutar teorías sociológicas a partir de resultados electorales. Algo de esto se ha producido en el debate abierto a raíz de los sorprendentes resultados alcanzados por el FA y Beatriz Sánchez en las elecciones del 19 de noviembre y, luego, por el abultado triunfo de Sebastián Piñera el pasado domingo 17. Un día la conclusión es que los chilenos abjuraríamos de la modernización capitalista, y al otro es que la adoramos. Si las cosas fueran así de simples, podríamos clausurar las escuelas de sociología, pues todo el esfuerzo por entender la sociedad sería pueril: bastaría con mirar los desenlaces de las elecciones. Pero me temo que las cosas son más complejas, y a la vez más simples.

Más complejas porque las sociedades, como los individuos, son un nudo insondable de contradicciones y ambivalencias, y por lo mismo la explicación de sus opiniones y conductas -ni qué decir su anticipación- es un asunto que no se ajusta a modelos unívocos ni a variables unidimensionales. Y digo que son a su vez más simples porque los electores eligen en función de consideraciones que son bastante más triviales y contingentes de lo que a veces suponemos los analistas, en especial en sociedades donde las identidades de clase y las lealtades ideológicas están en vías de extinción, como es el caso de Chile. 

Dejemos entonces a un lado las macroexplicaciones y tratemos de entender por qué, a la hora de marcar el voto en la urna, los electores optaron por Piñera y no por Alejandro Guillier. El listado de motivos dista por cierto de ser exhaustivo. 

Piñera ganó porque a los chilenos ha terminado por gustarles la alternancia. Cuatro años con uno, cuatro con otro. Sirve para airear, limpiar, energizar. 

Ganó porque ofreció algo sobre lo que tiene credibilidad: crecimiento económico. Y porque el deseo de los chilenos por retomarlo es superior a su deseo de cambiar a la clase dirigente, que es lo que ofrecía Guillier. 

Ganó porque cuando se trata del Presidente de la República, la ciudadanía es cuidadosa, y esta vez quería de presidente a un mánager, no a un comentarista; a un gestor, no a un reformador; alguien que hable en prosa, no en verso. 
Ganó porque después de años tensos por las reformas de este gobierno, la población quiere un respiro con un gobierno que se enfoque más en la eficiencia y en los detalles, más en mejorar la eficacia del Estado que en aumentar su tamaño. 

Ganó porque los electores sintieron que Piñera atendía mejor a sus temores: el declive económico, la contracción de las oportunidades, el déficit de autoridad y la inseguridad ciudadana.

Ganó porque los electores querían castigar a lo que representó la Nueva Mayoría, ya fuera optando por una alternativa de izquierda (Sánchez), o por una de derecha (Piñera). 

Y ganó porque tuvo la misma valentía de Ricardo Lagos después de la primera vuelta de 1999 y cambió de estrategia para el balotaje. Su discurso antirreformas lo llevó a un triunfo que tuvo sabor a derrota. Oyó el mensaje y en la segunda vuelta apareció un nuevo Piñera; una figura abierta a reconocer errores y a modificar sus puntos de vista, con un discurso moderado, unitario y conciliador, comprometido con dar continuidad a las principales reformas de Bachelet. Esto permitió que votantes de centroizquierda se volcaran a darle su apoyo, pues vieron en Piñera a un representante más fiel de la vieja Concertación que el propio Guillier, demasiado escorado hacia la izquierda en el vano intento de seducir a los votantes de Beatriz Sánchez.

¿Quién gobernará a partir del 11 de marzo, el candidato de la primera vuelta o el nuevo Piñera? A juzgar por las señales de los últimos días, el segundo. ¡Bendita democracia!

Fuente: Diario El Mercurio. 26.12.2017.


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6 comentarios:

  1. No ganò, la desunida y multitemperal izquierda con arrogantes y cabezas calientes del Frente Amplio regalaron la presidencia de Chile a la derecha en el acto de mas soberana imbecilidad, sumado al fallecido Partido Radical que se vistiò con ropa ajena para sacar del baúl de las sorpresas a un muy buen periodista que jamas mostrò características de líder ni menos querer ser presidente. La ultima gota de agua que volvo el voto mayoritario a Piñera fue la desubicado pedida del Frente Amplio para que Guillie tomase las ideas y trayectos trasnochado de la bohemia de Boris y Jacson. Esos dos trabajaron por Piñera. La derecha les agradecerà en el futuro con alguna sorpresa. Boros y Jacson son los nuevos Meos de Chile. Sobre Beatriz Sànchez no hay que agregar, fue una buena persona que se prestò al juego y nunca tuvo liderazgo ni los dirigentes la tomaron en cuanta. Un débil caballo de Troya que nunca tenia por fin llegar a destino. Se llaman tontos utiles. Quedò claro que el 56% de los Chilenos no quieren ninguna atisbo revolucionar de los Boris Jacson

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  2. Todavía no se da cuenta la izquierda que perdieron la elección por:
    La mayoría de los chilenos están hartos del mal trabajo en todo.
    Están hartos de que se hayan tomado el estado para ellos y solo lo quieran para ellos.
    Están hartos del despilfarro en beneficio de algunos.
    No se han dado cuenta que la economía es muy muy importante.
    No se han dado cuenta que el descrédito de la política lo han hecho ellos al tener siempre mayoría en las cámaras.
    Y no se han dado cuenta que nunca han tenido candidatos "buenos"desde Lagos, y que ya han dado cuenta de las consecuencias a largo plazo de sus políticas y que ni su propia gente ya no les cree, porque son ineficaces, apatotados y elitistas.
    El FA nació en contra de todo eso, sus dirigentes traicionaron eso pero no sus votantes.
    Ya deben ir considerando de una buena vez, que las personas dicen ser de izquierda cuando la economía va bien en Chile, cuando va mal, siempre sera mayoría la derecha. Y considerar que nunca el país sera comunista, hasta la canción nacional lo dice.Ahora la derecha demostrara que ya no es solo la economía la protagonista y en eso ayudaremos todos.

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  3. Lo que dice Tironi, es una verdad del porte de una catedral. Es tan verdadero, que hasta serviría de guía social y política a todos los partidos. Deberían recibirlo, leerlo y analizarlo con mucha atención, porque estoy seguro que en esas letras hay todo un programa de gobierno, y tal como a la gente le gusta.

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  4. Así es, Piñera ganó por todo lo que aquí señala Tironi y también por lo que nos relatan Marcial y Anónimo en los comentarios.
    Las otras razones porque Piñera salió campeón son porque el lote de sus ayudantes, esa maquinaria de mentes creativas que fabrica sus discursos y que aceita y re-formula los dichos que salen de su boca, hizo la debidas correcciones, agregó las adecuadas inflexiones, calculó mejor los tonos, gestos, miradas, posturas e hizo que Piñera escupiera los versos que la mayoría quería oír.
    El discurso político de hoy no es un ¡viva Chile! cualquiera como una arenga de feria a todo pulmón. Hoy, al igual que en la medicina chilena pagada con bonos y tarjetas, hay estudios clínicos específicos para todo. Así también ocurre con los candidatos políticos. Lo malo es que a pesar de todos estos análisis, estudios, ensayos (y encuestas con números a favor) igualmente se equivocan. Así, el aparato instrumental detrás de Guillier, sacó anticipadas cuentas alegres, tal como Vidal sacó las suyas para encaminarse a Rusia.
    Y por el otro lado, está la chilenidad toda. Una raza tan indomable como exótica e incomprensible, a la que a estas alturas de la democracia, ya no le entra el discurso que se aperne en las ideologías políticas o en otras retóricas de corte partidista, sino sólo en aquello que apunta al sonar de las monedas (de 20 lucas para arriba), al bienestar verdadero, a la seguridad de un futuro prometedor y a la tranquilidad de disfrutar de sus bienes adquiridos (y de aquellos otros por adquirir).
    Eso, con Guillier, era una incógnita insufrible. Una misión de corte peligroso, con menos posibilidades de buenos ratos y alegrías que ir a comprar (con hambre) un kilo de marraquetas al Lider un sábado a las 7 pm en pleno verano.
    (Y ni hablar de no pagar estacionamiento)

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  5. Rara vez he leído con tanta admirada aprobación y agradable coincidencia de contenidos; como al planteo y conclusiones de Eugenio Tironi, en el Mercurio con su magistral análisis Socio Político, que le trae: el proceso electoral 2017. ¡¡Chapeau!! Un placer y envidiable la finisssima lectura de nuestra compleja Sociedad

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  6. Soy Nelson Pérez B y teniendo lógicamente una preferencia ejercida en la votación el domingo cada vez me convenzo más que la forma de aumentar la participación es dando facilidades para votar y creo que eso se logrará con uso de computación y para muchos hacerlo anticipadamente por escrito sin la necesidad de tener que ir a un local que muchas veces está definida lejos del lugar de la vivienda.

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