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martes, 2 de mayo de 2023

"MEMORIAS DE TIERRA Y MAR", GENEROSO EJEMPLO DE TRABAJO COMUNITARIO Y APORTE SOCIAL

Por Pablo Salinas

Los murales, como opción de hermoseamiento urbano y también de estímulo a procesos de fortalecimiento comunitario, gozan hoy de cierta popularidad y se replican un poco por todas partes. Como es natural, en nuestra provincia hay desde los que no aportan demasiado estéticamente, siendo poco más que simples rayados callejeros, hasta propuestas que aúnan con éxito los dos aspectos antes descritos, entregando un verdadero aporte visual a algún rincón de la ciudad y propiciando una rica dinámica de encuentro y participación colectiva.

En Punta de Tralca, hace pocos meses se llevó a la práctica una propuesta particularmente novedosa. En lo personal, nunca antes me había tocado conocer algo similar, aunque una de sus mismas gestoras se encargó de informarme que, al menos en Chile, ya se viene desarrollando desde hace algún tiempo. Una propuesta que pone el acento en la identidad de los territorios y en la educación -de hecho, crean infomurales- por medio del rescate del patrimonio de los pueblos originarios, pero, además, aplicando técnicas acordes con la materia abordada, es decir, en sintonía con las que los mismos habitantes primitivos pudieron haber empleado: pintando con los pigmentos que el entorno natural entrega, en este caso, tierras recolectadas en distintos puntos del litoral que brindan una asombrosa y distintiva paleta de colores.

El proyecto, "Memorias de Tierra y Mar" -idea de la estudiante de arqueología Javiera Baeza, desarrollada por Mara Olivos e Isabel Arredondo- fue presentada a los Presupuestos Participativos de la comuna de El Quisco el año pasado y obtuvo financiamiento para su ejecución durante el verano pasado. Sus gestoras no despreocuparon detalle, sumando, aparte de la realización del infomural en dinámica comunitaria, una salida educativa a terreno, la creación de un boletín informativo y, sobre todo, la elección de no cualquier punto de la ciudad, sino uno particularmente significativo: la Aldea de niños Cardenal Silva Henríquez.
Un verdadero regalo para la comuna de El Quisco y para todo nuestro litoral.


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