Con quioscos incendiados, venta de alcohol en la playa, saturado de basura y playas repletas sin cumplimiento de ningún protocolo de distanciamiento, el Canelo Canelillo sobrevive a duras penas este verano. Las imágenes valen más que mil palabras.
A pesar de los controles sanitarios y esfuerzos de la autoridad, la situación está prácticamente desbordada por la falta de colaboración de los veraneantes y por la falta de personal y recursos para realizar una fiscalización efectiva.
Hacemos un llamado urgente a los vecinos y vecinas a respetar las normas y cuidarnos todos y todas. la pandemia no ha terminado y los número de infectados crece día a día.
Concordamos,afeando Algarrobo, esa es la tónica de actual administración en municipio.
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