SERVICIOS

domingo, 23 de febrero de 2020

¿CÓMO ANDAMOS POR CASA?: ECOSISTEMAS AMENAZADOS DE LA PROVINCIA

Por Pablo Salinas

Hacia 1850, Vicente Pérez Rosales, encomendado por el gobierno de Chile para hacerse cargo de la colonización de la región de Valdivia, decide prender fuego a miles de hectáreas de bosque nativo de manera de facilitar los asentamientos humanos en la zona. La solución, que hoy resulta simplemente escandalosa, entonces despertaba apenas leves cuestionamientos, al punto que el mismo Pérez Rosales, hombre perteneciente a las clases pudientes, viajado e instruido, 30 años después de cometido ese gigantesco ecocidio, lo evoca detalladamente y sin mayor escozor en su libro "Recuerdos del Pasado".
Hoy, a más de 150 años, las cosas han cambiado. No se trata simplemente que hoy nos hayamos vuelto, como sociedad, más maduros y criteriosos, que nuestra sensibilidad ecológica haya necesariamente dado un salto evolutivo notable. Por desgracia, ese salto, si ha existido, no ha sido todo lo robusto y notable como el medio ambiente planetario lo requería. Por algo hoy se habla de que el planeta pasa por la sexta extinción masiva -con la desaparición ¡diaria de decenas de especies!-. Los cambios planetarios, incluso bajo el enfoque científico más conservador, resultan al menos asombrosos e impredecibles.
Como país, simplemente no toleraremos más que criterios horribles, como el de Pérez Rosales, sigan guiando la pauta. La improvisación, la negligencia, la estupidez. La mirada a corto plazo.

Es por eso que hoy tenemos que estar especialmente atentos, no bajar la guardia en una pelea que ya hace rato dejó el ámbito de la mera academia y la retórica de sobremesa para instalarse de lleno en el terreno de nuestro futuro como especie. Si hay un asunto de verdad serio, es este.

Nuestra provincia, de San Antonio, tiene 1.500 kilómetros cuadrados. Hoy destaco estos cuatros hitos de nuestra provincia con ecosistemas amenazados. Ecosistemas sin ningún tipo de protección, que peligran verse convertidos en estacionamientos para camiones o llenarse de calles y torres de cemento. Ricos ecosistemas de nuestro territorio, con características y cualidades estrechamente asociadas a nuestra identidad geográfica. Ecosistemas costeros, hábitat y refugio de valiosas especies animales y vegetales, reserva de agua dulce, protección natural ante desastres naturales, además, varios de ellos, con alto valor arqueológico. De norte a sur, campo dunar de la playa de Tunquén, Humedal El Membrillo, campo dunar Gota de Leche y Humedales Ojos de Mar de Llo-lleo. Los cuatros juntos, en superficie, no suman más de 500 hectáreas, es decir, 5 kilómetros cuadrados. Apenas un 0,3% de la superficie total de la provincia.
Protegerlos no es una opción. Es un mandato.

1 comentario:

  1. Lamento informarle que las autoridades competentes a cargo de solventar aquellos espacios que son parte de los equilibrios de los ecosistemas, viven insertos en una galaxia muy lejana donde solo se cuidan y se le hacen favores a las grandes inversiones inmobiliarias y a otros emprendimientos que dejan gordos fajos de billetes que se respaldan con facturas ideológicamente falsas.
    ..." Pájaros, sapos y otros animales de porquería, tendrán que ver como se las arreglan. Esto es negocio y los conejos lo saben muy bien. Por eso, con sus territorios cercados, llenos de parcelas agrado y rodeados de puro pasto seco, se comen las plantas, las flores y todas las demás cosas exóticas que las coquetas dueñas de condominios plantan como si a pocas cuadras del mar (¡brrrr! con la corriente de Humboldt incluida) se les van a dar igual que en su tierra de origen en algún paisaje tropical donde llueve hasta cuando llueve y con un calor más húmedo que no te cuento ".

    ResponderEliminar