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miércoles, 20 de marzo de 2019

ESCULTURA DE CANTALAO CARCOMIDA POR EL ÓXIDO

A cinco años de inaugurada, escultura ganadora del concurso del centenario de Neruda luce un estado deplorable.

Por : Pablo Salinas
www.pablo-salinas.blogspot.com

Hay obras de arte en espacios públicos donde la pátina del tiempo, la inevitable huella que van dejando los años, puede resultar atractiva, incluso encantadora. El moho de las esculturas de los cementerios, el tizne de los centenarios bronces de las plazas. Otra cosa bien distinta es, en cambio, cuando las particularidades de las condiciones ambientales a las que se ve sometida una obra terminan por deteriorarla a niveles críticos. Es justo lo que pasa con "Mínima Catedral", obra de acero que se emplaza desde marzo de 2014 a la entrada de Cantalao. Es obvio, y también muy lamentable, que este trabajo no ha recibido ningún tipo de mantención durante sus cortos cinco años de vida. De esta manera, algunas de sus láminas metálicas lucen hoy un alto grado de corrosión. Aparte de que la obra, severamente manchada por el rigor de la brisa marina, estéticamente se ve muy mal, generando una impresión de abandono notable, la situación no deja de revestir un riesgo no menor. Piezas de cientos de kilos de peso y varios metros de altura en muy mal estado... Por precaución, convendría cerrar el acceso al público cualquier día de invierno, cuando el viento azota antes del temporal.

Muchos años antes, diez, quince años antes de esas costillas enormes que ahora están que se caen, un grupo de escultores, liderados por Francisco Gacitúa, ya habían sembrado con obras el recinto nerudiano. Son al menos cinco o seis esculturas en piedra que quedaron en el mismo lugar donde se cincelaron. El contraste es radical. Pese a estar en el lugar, desafiando las inclemencias del Pacífico, desde mucho antes que su malograda vecina de metal, hoy lucen espléndidas (además de, estilísticamente, dialogar con mucho más concordancia con su entorno).

Está claro que algo hay que hacer, y pronto, con la escultura que da la bienvenida en Cantalao. Que, si recordamos, no fue la ganadora del concurso que pretendía honrar el centenario de Neruda, sino la que se quedó con el segundo lugar y alcanzó el reconocimiento de ser erguida solo porque al poco tiempo se descubrió que la obra ganadora era un plagio. Ahora está muy mal -más de alguno dirá "nunca estuvo muy bien"-, la dejaron ahí y nunca nadie se preocupó de ella. Más que un pretendido molusco o una pretendida catedral, hoy parecen los restos oxidados de una vieja fábrica construida negligentemente al borde del mar.




1 comentario:

  1. ¿Como se trata una obra de arte? Si bien es cierto que calificar o interpretar una obra de arte siempre está en el ojo del observador. La mantención de las obras depende del valor de las mismas que se la dan la cantidad de observadores que la encuentren buena. Pero sobre todo saber cuantos y quienes la encuentran buena. Ese es el fracaso de la cultura de la Provincia de San Antonio hasta ahora, no somos capaces de hablar y comentar de arte y solo arte. Algo o alguien introducen elementos que no corresponden en esas comunicaciones. En ese sentido, esta obra ¿se debe restaurar? No se sabe porque no hay información.( Es solo una opinión)

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