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martes, 17 de abril de 2018

RECOLETA APRUEBA ORDENANZA CONTRA EL ACOSO CALLEJERO CON MULTAS QUE VAN DESDE $ 237 MIL PESOS

La Municipalidad de Recoleta aprobó por unanimidad la ordenanza que prohíbe y sanciona el acoso callejero en dicha comuna. El alcalde, Daniel Jadue, señaló que se trata de una medida para “velar principalmente por las niñas y niños de nuestra comuna”

Fuente: EL Dinamo

La medida prohibe desde silbidos y gestos obcenos hasta actos
como abordajes intimidantes
La iniciativa “busca proteger la integridad de las personas frente a comportamientos que constituyan acoso sexual en el espacio público y contribuir a erradicar las prácticas de acoso que experimentan mujeres, hombres, niñas y niños”.

En concreto, la ordenanza prohíbe actos no verbales que se manifiesten en gestos obscenos, silbidos, jadeos, bocinazos y cualquier sonido gutural, así como también el que pronunciare palabras, comentarios, insinuaciones o expresiones verbales de tipo sexual alusivas al cuerpo, al acto sexual, o que resulten humillantes, hostiles u ofensivas hacia otra persona.

Por otro lado, no se podrán captar imágenes, vídeos o cualquier registro audiovisual del cuerpo de otra persona o de alguna parte de él, sin su consentimiento y mediando connotación sexual.

También se prohíbe actos como abordajes intimidantes, exhibicionismo o masturbación en público, persecución a pie o cualquier medio de transporte, así como también actos que involucren el contacto corporal de carácter sexual, como tocaciones indebidas, roces corporales o presión de genitales contra el cuerpo hacia otra persona.

En caso de contravenir la norma, las personas se exponen a sanciones de multas que van entre $47.396 y $236.980.

2 comentarios:

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  2. Resulta extraño, exótico y pintoresco que a estas alturas del partido, en pleno siglo 21, a un púdico alcalde de una comuna santiaguina le dé por fungir de regulador moral de la imaginación ardiente de su comunidad y quede estrictamente prohibido aquello que tradicionalmente ha sido parte del espíritu juguetón de nuestros maestros de la construcción, de Pepe Antártico y de los tantos que han piropeado con febriles peripecias verbales a nuestras curvilíneas mujeres de faldas muy cortas y escotes muy amplios que van por la vida contoneándose como si nos abofetearan con la cruda realidad que el pecado mortal y el infierno están a la vuelta de la esquina o los llevamos puesto.
    Esta moderna inquisición municipalesca, una pretensión victoriana de bajo presupuesto, cacarea una norma muy poco lúcida. Se aparece a un viaje a un pasado terrorífico en el que a nuestros niños se les prohibía escribir con la mano izquierda o aquella otra época cuando los militares patrullaban las calles y nos detenían por tener el pelo largo.
    Si la municipalidad de Recoleta ha tomado la decisión de aplicar una ordenanza en contra del "acoso callejero", me veo obligado a pensar que, o los recoletanos son una manga de calentones inmisericordes o las recoletanas se pasean semidesnudas por las calles o la Sociedad de Damas Púdicas, Castas y Pudorosas se ha tomado la alcaldía y ha impuesto la intolerancia.

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