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jueves, 4 de julio de 2019

"PROFESORES DE CHILE"

¿Por qué nadie quiere invitarlos a la fiesta? ¿Por qué la profesora, mi “profe” querida, la que creyó en mí, estaba en un rincón en esa fiesta, recogiendo las sobras?

Por Cristián Warnken
Fuente Emol 4.7.2019

Profesores de Chile: profesores con la voz gastada y no oída, con el grito guardado como un papel (entre tanto papel) arrugado en el bolsillo; profesores del alma, con las frentes heridas en los muros de la gran escuela pública en ruinas, pienso en ustedes ahora, en cada uno de ustedes, en cada rincón o pedazo de la provincia.

El invierno no parece tener fin y se cuela por el vidrio roto nunca reparado, porque el burócrata nunca firmó el memorándum que se necesitaba o porque el sostenedor se rio en vuestras propias caras. Profesores de Chile, estrellas de la única bandera que importa, la interior (esa que flamea tan poco en estos días), qué locura la de ser profesores de Chile, y levantarse todos los días al alba y tomar un café ya frío, y subirse al bus lleno de sombras, de fantasmas, y viajar horas, horas muy largas y duras. ¿Por qué nadie quiere invitarlos a la fiesta? ¿De quién es la fiesta y para quién se hizo? ¿Por qué la profesora, mi “profe” querida, la que creyó en mí, estaba en un rincón en esa fiesta, recogiendo las sobras, en silencio, callada porque unos señores engreídos y burdos le pedían que les sirviera y se reían de ella, como si fuera nadie? Mi profesora se llama Nadia, no Nadie, no le cambien el nombre, no le quiten esa sonrisa con la que nos salvó todos los días, en cada lección en la sala o en el patio.
Profesores ninguneados, quiero recorrer la lista con sus nombres propios y devolverles el rostro. Pasemos la lista otra vez, para no olvidarnos de ninguno y de ninguna de las ciudades donde educan y resisten: Curanilahue, Cauquenes, Cobquecura, Calama, ¡presente! Que ni una quede afuera del mapa, porque Chile es una lista mal pasada y si digo Aysén, quiero oír bien claro ¡presente! Y si digo Lautaro, y si repito Ancud, veo la cara de una profesora que siembra poesía en un liceo oscuro.

Profesores de la rutina y la paciencia colosal, quebrada por el tiempo y las reformas interminables que pasaron por encima de ustedes como una letanía sin fin, llena de promesas nunca cumplidas. Profesores de Chile que recogen todos los días los restos de las utopías muertas. A veces sueño que un tren se detiene en una estación abandonada, y de una de sus ventanas se asoma un Presidente de la República humilde y sonriente, y les dice a un puñado de profesores que vinieron a recibirlo: “gobernar es educar”. Y los profesores lo toman en andas y lo pasean por las calles, y pienso entonces que el largo invierno lectivo ha terminado. Pero el sueño dura poco y otra vez la estación está vacía, y no hay nadie, ni Presidente, ni profesores, ni trenes, ni República, ni nada. Y hace frío. Todo era un sueño y hay que volver a la escuela donde los esperan los niños con el cuaderno en blanco del primer día de clases. ¿Alguien sabe lo que significa llenar ese cuaderno vacío? ¿La ilusión y la espera de cada hoja en blanco, por llenar?

Profesores de Chile: azulosos de frío, ¡cómo os ven y no os cubren, Dios mío! Pero no es por un reajuste o bono que están aquí, mirándonos sin que los veamos. Es para recibir una mirada, un abrazo, un gesto genuino, ¡una palabra! Una palabra bastará para salvarlos, una palabra que acoja, dignifique, una palabra que los expertos ya no pueden decir, porque en su alma solo hay cifras. Una palabra que diga: “hemos visto a los Profesores de Chile, estaban ahí bajo la lluvia tenaz del sur, o en el desierto, o en la periferia de la gran ciudad, cada uno con un niño o niña en su regazo, los hemos visto, existen”. Sí, ahí estaban, cada uno con un papel arrugado en el bolsillo donde habían escrito un mensaje que querían leer al país, pero no les salía la voz. La voz estaba gastada, quebrada. Pero me acerqué a abrazarlos y al hacerlo me abracé a mí mismo, porque también soy profesor…, profesor de Estado en Castellano. Sí, señor, ¡a gran honra!

2 comentarios:

  1. Efectivamente,autoninguneados, autoflagelados, autoentristecidos, autovictimizados, autorelegados, automaltratados, autoreprimidos para cambiar, autodecidido dejar a miles de niños sin educacion y miles de padres en desesperanza. Lamentable esta auto observacion de si mismos.

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  2. Una lastima esta situación. Ayer vi como unos estudiantes presentaban los siguientes proyectos y que los estaban escuchando 7 personas para financiarlos:
    1.- Un robots que limpia paneles solares, muy aplaudida.
    2.- Una aplicación que le resuelve ocupar tiempos ociosos en restaurante, muy aplaudida
    3.- Una aplicación que le ayuda a los ciegos caminar por las ciudades, muy aplaudida.
    4.- Una aplicación que le dice a los agricultores lo que pasa con su siembra.
    5.- Una aplicación que le dice a las casas que quieran recibir turistas para comer auténtico.
    Uso de impresoras 3D hasta un niño de 7 años ya las estaba usando.
    Etc,Etc.
    Creo que ese es el futuro, hacer cosas. Y Todo lo que se hacia ayer era de colaboración, de negociar y respetar al otro.
    El país esta avanzando en un desarrollo sostenible y personas común y corrientes los están logrando. No existen dos mundos, existe solo uno y somos nosotros. Obviamente, para los que quieran. Nadie queda atrás de los que quieren. Es una opinión.

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