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domingo, 3 de abril de 2016

SECCION LITERARIA

Boletín literario preparado por Eduardo Trucco B., en cual comenta obras literarias de actualidad. Al igual que las demás publicaciones, el lector tiene la oportunidad de compartir sus opiniones usando nuestro espacio de “Comentarios”, ubicado al pie de cada publicación.  Eduardo Trucco Burrows, es abogado de la U. de Concepción, ha sido profesor de Derecho Económico en la Escuela de Derecho de la U. de Concepción, entre 1968-1978 y profesor de la misma asignatura, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, desde 1979 hasta 1991. Reside en Santiago y tiene su lugar de descanso en Algarrobo, en el condominio “Campomar” (camino a Tunquén).Ha estado ya casi dos años interviniendo por la defensa y protección de los ecosistemas de la playa de Tunquén, contra la invasión de inmobiliarias y demás personas que no tienen escrúpulo alguno en destruir toda la playa, el humedal y el santuario de la naturaleza.

               
VOCES DE CHERNÓBIL
(Boletín Literario N° 219) 1-4-2016/ET

“VOCES DE CHERNÓBIL”. Svetlana Alexiévich. Debate, 3ª edición, diciembre de 2015. Escritora bielorrusa. Premio Nobel de Literatura 2015, y muchos otros premios. Escritora y periodista; otra obra publicada en español: “La Guerra no tiene rostro de mujer”, Debate 2015. [“Un monumento al sufrimiento y al coraje en nuestro tiempo”. Se recogen historias nacidas con el desastre de Chernóbil, 26 de abril de 1986. Con testimonios de gente afectada por el desastre, es una obra demoledora, angustiante, con apertura a una nueva y desconocida experiencia. Como Svetlana le pide a quienes comentan, que se refieran a sus vidas, a lo que pensaron, a lo que sintieron, muchas veces el texto que rescatamos, está redactado como una respuesta a ella. A juicio de la Dirección del Boletín, una obra como ésta debe ser difundida.



  1. Hoy en día aún se desconocen muchas cifras. Se mantienen en secreto: tan monstruosas son. Pág.17.

  2. Yo le decía: “Te quiero”. Pero aún no sabía cuánto le quería. Ni me lo imaginaba… Pág. 20.

  3. En aquellos días me topé con mucha gente buena; no los recuerdo a todos. El mundo se redujo a un solo punto. Se achicó. Pág. 27.

  4. Y, sin embargo, todo en él era tan mío, ¡tan querido! ¡Es imposible contar esto!

  5. Alguien intenta convencerme: - No debe usted olvidar que lo que tiene delante ya no es su marido, un ser querido, sino un elemento radioactivo con un gran poder de contaminación. No sea usted suicida. Recobre la sensatez. Pág. 32.

  6. Mi alma era más fuerte que mi cuerpo…Mi amor… Pág. 33.

  7. Y yo los miro y pienso: qué sencillo es ser feliz. Tan sencillo… Pág. 38.

  8. Por la noche me quedaba junto a la ventana y miraba al cielo: “Vasia, ¿qué he de hacer? No quiero vivir sin ti”. Pág. 40.

  9. Pero yo le he hablado del amor…De cómo he amado. Pág. 42.

10. ¿Está dentro de nuestras capacidades alcanzar y reconocer un sentido en este horror del que seguimos ignorándolo casi todo? Pág. 43.

11. Yo, en cambio, me dedico a lo que he denominado la historia omitida, las huellas imperceptibles de nuestro paso por la tierra y por el tiempo. Pág. 44.

12. En todos nosotros se instaló, explícito o no, el sentimiento de que habíamos alcanzado lo nunca visto. Pág. 45.

13. Se ha roto el hilo del tiempo.

14. Se ha destruido el curso de la vida. Pág. 48.

15. El mundo que nos rodeaba, antes amoldable y amistoso, ahora infundía pavor. Pág. 49.

16. Nos propone un punto final. Se apoya en la nada. Pág. 53.

17. Pero ¿cómo elegir entre el amor y la muerte? Pág. 55.

18. Y todo eso, a sabiendas de que los recuerdos son algo frágil, efímero; Pág. 59.

19. Y allí he comprendido que me veo impotente. Que no comprendo. Y me estoy destruyendo con esta incapacidad de comprender. Porque no reconozco este mundo, un mundo en el que todo ha cambiado. Hasta el mal es distinto. Pág. 61.

20. Me he pasado toda la vida trabajando duro, como una persona honrada. He vivido con la conciencia en paz. Pero no me ha tocado lo que es justo. Pág. 63.

21. Qué frágil es nuestra vida. No lloraría si pudiera, pero las lágrimas se me caen solas. Pág. 65.

22. – En casa estás como en el cielo. Pero, en otras tierras, hasta el sol brilla de otra manera. Pág. 79.

23. Y beben, hija mía, beben. De tristeza, beben. Porque, ¿quién quiere morir? Cuando alguien muere, ¡sientes una tristeza! Y no encuentras consuelo. Ni nadie ni nada te pueden consolar. Pág. 94.

24. Le besaría a usted los pies. Un alma inocente sufre en algún lugar extraño. Pág. 96.

25. Gente corriente, solo que con metralletas. Pág. 98.

26. Espere… Quiero que sepa una cosa…Yo no temo a Dios. A mí lo que me da miedo son los hombres. Pág. 101

27. Una vida ha quedado atrás. Y para otra ya no me quedan fuerzas. Pág. 107.

28. Yo en otro tiempo fui feliz. Todos mis hijos son fruto del amor. Pág. 109

29. Mi propia vida la he olvidado. No me pregunte por ella. Pág. 110.

30. Me ha entrado el gusto de pensar. Pág. 111.
31. Todo está escrito, anunciado en los libros sagrados, pero no sabemos leer. Nos cuesta entender.

32. Mi personaje preferido, el príncipe Mishkin, decía: “¿Acaso puede alguien ver un árbol y no ser feliz?” pág.112.

33. La gente se creía cualquier texto impreso, aunque nadie escribía la verdad. Pág. 144.

34. En medio de aquel Jatyn vivían un viejo con su vieja. Como en el cuento. Sin una gota de miedo. Pág. 158.

35. Todo ser vivo tiene alma. Desde niño, mi padre me enseñó a cazar. Un gamo herido, por ejemplo… Lo ves tumbado…y te pide piedad con los ojos, y tú, en cambio, lo rematas. En los últimos instantes ves que tiene una mirada que entiende, unos ojos casi humanos. Te odia. O te implora: ¡Yo también quiero vivir!¡Quiero vivir!  Pág. 160.

36. Huyen de sí mismos. Huyen de aquello que han descubierto allí sobre el hombre. De aquello que ha salido a flote de su interior. De debajo de la piel. Por eso…Por eso huyen. Pág. 177.

37. Una cosa nunca vista destruía mi mundo interior. Pág. 195.

38. La mente es incapaz de hacerse cargo de lo que estaba sucediendo. Pág. 199.

39. Lo que más me asombró fue la combinación de belleza y miedo. Pág. 207.

40. La tierra es una materia tan misteriosa como la sangre. Pág. 222.

41. La naturaleza trabaja, se autodepura, nos ayuda. Se comporta con más sensatez que el hombre. La naturaleza aspira a recuperar el equilibrio primitivo. Aspira a la eternidad.

42. Si la fe en la razón abandona al hombre, en su alma se instala el miedo, como ocurre con los salvajes. Pág. 224.

43. El agua es lo primero que hubo en la tierra, ella lo sabe todo. Pág. 231.

44. ¿Qué es lo que sé? Si vives mucho, hasta la vida se te olvida e incluso el amor se te borra. Pág. 232.

45. Hoy he estado dando vueltas desde el amanecer, recorro el patio, el huerto y recuerdo mi vida. Tengo unos buenos hijos, fuertes como robles. He sido feliz, pero poco, toda la vida me la he pasado trabajando. Pág. 237.

46. El corazón te latía presa de un terror inhumano. Pág. 253.

47. Se engañaba a la gente. Y la engañaba el Estado. Pág. 281.

48.  …he comprendido que en la vida las cosas más terribles ocurren en silencio y de manera natural. Pág. 291.

49. Chernóbil me ha llenado la vida y mi alma se ha ensanchado. Siente dolor. La llave secreta. Te pones a hablar después de este dolor y te salen hermosas palabras. Pág. 302

50. No podía desprenderme de las nuevas sensaciones que experimenté; no se trataba de vivencias breves, sino de toda una historia del alma. Pág. 326.

51. Esto es lo que nos ha pasado. Hemos perdido el sentido de la eternidad. Pág. 335.

52. El arte es memoria. Es el recuerdo de aquello que fuimos.   Yo tengo miedo. Tengo miedo de una cosa, de que en nuestra vida el miedo ocupe el lugar del amor. Pág. 338.

53. Gente inocente y desvalida. Han hallado el sentido y la justificación de cuanto ocurre en el propio sufrimiento, lo restante parece no tener importancia. Pág. 374.

54. Mi poeta preferido es García Lorca. Lo he leído todo de él: “La oscura raíz del grito”. Por la noche, los versos suenan de otro modo. De un modo distinto. Pág. 388.

55. ¡Hace poco yo había sido tan feliz! ¿Por qué? Lo he olvidado. Todo esto se quedó como quien dice en otra vida. Pág. 389.

56. La casa siempre era una fiesta cuando regresaba. Una fiesta. Tengo un camisón largo, largo, muy largo, precioso, y me lo ponía. Me gustaba la ropa cara, toda mi ropa es buena, pero esta camisa era especial. Era para los días de fiesta. Para nuestro primer día. Para la noche. Conocía todo su cuerpo, palmo a palmo, y lo besaba todo. A veces hasta soñaba ser una parte de su cuerpo, tan inseparables éramos. Pág. 391.

Quienes deseen hacerlo, lean bien y varias veces todas estas citas, y traten de enviar a nuestro correo las dos que más les agradan o impresionan. No es tarea fácil: hay muchas excelentes. A nosotros, en la Dirección, nos impresiona mucho la cita “20.”, y sobre todo la última frase: “Pero no me ha tocado lo que es justo.” / ¿Cuánta gente se para en la vida con esa reflexión en su mente?

2 comentarios:

  1. Muy bueno que hayan continuado con estos artículos. Había leído algo de esta escritora a raíz del Premio Nobel de Literatura del año pasado. De los textos seleccionados se deduce que es una obra que vale la pena leer. Muchas gracias. Me ha impactado la frase: Esto es lo que nos ha pasado. Hemos perdido el sentido de la eternidad. Una expresión de una vivencia y tragedia tan dificil de traspasar en plenitud para quien no la haya vivido

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  2. En la vida no siempre pagan los abusadores, los deshonestos, los sinvergüenzas, etc. Se nos dice, lo contrario: Todo se paga acá en la vida terrena. No es así, la vida es injusta, cruel, sin moral ni justicia real. Por eso, escogí la siguiente frase: 20. Me he pasado toda la vida trabajando duro, como una persona honrada. He vivido con la conciencia en paz. Pero no me ha tocado lo que es justo.

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