"Lo muestran la corrupción, las mentiras hasta en el ámbito deportivo y los conflictos étnicos", sostuvo el Premio Nacional de Ciencias Biológicas.
El Premio Nacional de Ciencias 1994, Humberto Maturana, asegura que los casos de colusión que se han conocido en los últimos meses "revelan la psiquis de una forma cultural muy antigua de obtener ventajas a cualquier precio, sabiendo que se trata de conductas deshonestas".
De todas maneras, se muestra esperanzado por el hecho de que "ahora se están investigando" lo que "es un buen comienzo para limpiarnos de tanta basura".
En entrevista con revista Capital, el científico y filósofo comenta sobre la falta de confianza ciudadana provocada precisamente por los escándalos políticos.
"La confianza no es una cosa que se pone o se saca. Como dice mi colega, Ximena Dávila, las relaciones de confianza surgen producto de una historia de convivencia en la que no nos sentimos traicionados. Es un modo de convivir en que me importa la armonía de la comunidad a la cual pertenezco y cuando se viola esa confianza, se borra la historia. Por lo tanto, se requiere un nuevo comienzo. La gran responsabilidad de los empresarios y políticos hoy es comenzar conscientemente a convivir en la honestidad", señala.
"Hablamos mucho de que volvió la democracia, pero ¿volvió? ¿Democracia es sinónimo de apertura para la pillería? La democracia sólo ocurre en un convivir en la honestidad, en la ética social, la colaboración, la equidad, la conversación que lleva a la reflexión en el deseo de vivir y coexistir juntos que permite corregir los errores. Pero esto puede ocurrir sólo si se desea. ¿Lo deseamos de verdad? Lo que me preocupa es que hoy no estamos viviendo en democracia, lo muestran la corrupción, las mentiras hasta en el ámbito deportivo y los conflictos étnicos. ¿Desde dónde es que no nos podemos poner de acuerdo para una convivencia que sea, en efecto, democrática?", repara Maturana.
Según el co-creador del concepto de autopoiesis, "estamos en los albores de un cambio de modo de vivir y convivir, en la medida en que nos damos cuenta de que vivir en la deshonestidad nos avergüenza y no queremos conservarla. Por lo tanto, no basta con anunciar que hoy estamos en un cambio de paradigma. Más bien ocupémonos seriamente hacia dónde queremos ir como país".
Consultado por la responsabilidad que se le atribuye al libre mercado en la desigualdad y escándalos de corrupción, afirma: "La corrupción no es responsabilidad de ningún modelo o teoría económica. Es siempre de las personas. Echarle la culpa a algún modelo económico es no asumir responsabilidad y revela ceguera social. La corrupción no surge de un modelo político o económico sino de la ambición, avaricia y el afán de poder, emociones todas que llevan a la deshonestidad".
"El crecimiento económico no es lo central. Más bien la transformación de la economía con una visión de los procesos cíclicos de conservación de la armonía de la biósfera y la antropósfera (creaciones humanas), con conciencia de que todo crecimiento indefinido de la población lleva al desastre biológico-ecológico. Esto implica un cambio en nuestra psiquis relacional que está distorsionada por la ambición, la competencia y la búsqueda de éxito", concluye.
Una entrevista para reflexionar y comprobar si en nuestro Algarrobo está ya influenciado por la pérdida de valores y es la corrupción un signo importante de su quehacer. El Premio Nacional de Ciencias Biológicas Humberto Maturana nos dice que "La corrupción no es responsabilidad de ningún modelo o teoría económica. Es siempre de las personas. Echarle la culpa a algún modelo económico es no asumir responsabilidad y revela ceguera social. La corrupción no surge de un modelo político o económico sino de la ambición, avaricia y el afán de poder, emociones todas que llevan a la deshonestidad".
ResponderEliminarLlevo ocho años viviendo en Algarrobo y lo que yo creía que la corrupción que viví en el Gran Santiago y ciudades importantes, era algo ajeno a Algarrobo, descubrí rápidamente que no era así. Cuando inicié el proceso de compra de terreno y construcción de mi casa, lo mas usual en las conversaciones con contratistas y maestros, era comprender y aceptar que acá todo era conversable, que las regulaciones se podían evitar o acomodar con amistades y unos pesitos. Cada vez que he hecho, posteriormente mejoras, me ha pasado lo mismo. De igual forma, en conversaciones en todo este tiempo, con algarrobinos que realizan servicios. Nada de boletas, impuestos, permisos, etc. Me dicen, "soy algarrobino y eso me da privilegios con mis amistades, todo se puede, es cosa de saber a quien recurrir y pagar unos pesitos".
Por la educación de mi hogar (Padre profesor universitario de Literatura y Filosofa, profundamente un cristiano coherente entre fe y vida) y mis propios valores de moral cristiana, he rechazado todos esos "arreglines" aceptados como normales, y mi casa es una especie de lagartija en su forma para cumplir estrictamente con todas las regulaciones según la forma del terreno. Me siento feliz en ella y con mi conciencia tranquila.
Tiempo atrás me encontré con un local comercial que no estaba cumpliendo con las normas mínimas y le pregunté al dueño el porque podía funcionar así. Su respuesta, fue más o menos así: "se nota que usted no es de cá. Todos saben que se funciono así, y es habitual arreglarse con los amigos. Tengo pensado otro negocio en cuanto salga elegido el nuevo alcalde, ya lo fue antes y hizo favores, el que es un hombre muy bueno para hacer favores de este tipo".
Ejemplos tengo mucho. Días atrás, unas personas me preguntaron que si ellos se incorporaban al Movimiento "Algarrobo Ahora", qué beneficios personales y especiales tendrían. Ello como lo mas normal. Les explique que era un Movimiento que buscaba terminar con esas discriminaciones como pago de favores electorales. La respuesta fue: "Don Pato, están mal, así no van a ganar. Acá vemos quien ofrece mejor servicios preferenciales para cada uno y a todos les decimos que si, pero como el voto secreto, nos sumamos al ganador".
Cuando hemos visto que se construyen edificios con mayor altura a lo regulado, se ocupan áreas verdes, se ocupa el borde costero, se construyen plazas por 30 millones y a la vista no tienen trabajos que por la mitad de ese valor, etc. concluyo, que lamentablemente, en Algarrobo estamos a la par que las grandes ciudades. Lo grave es que, como dice el profesor Maturana, no es el sistema, no es la voracidad de las inmobiliarias y contratistas, pues la corrupción está en las personas.
Tiene razón don Pato. Yo llegue hace 10 años y me di cuenta de lo mismo. Es una forma de vivir que sorprende por cuanto ellos no lo ven como algo malo o incorrecto, pues dicen siempre ha sido así. Somos todos conocidos, familiares y amigos, y entre iguales, nos ayudamos. Para obtener algo, hay que dar algo. Una cadena de favores amigables, que no obstante no ser legal o moral, se acepta y practican por cuanto nunca se condena. Han habido tantos casos irregulares y perdidas de dinero en la Municipalidad, Cesfam, Educación, Bomberos, Juntas de Vecinos, etc. y no ha pasado nada. En mi caso que soy educadora, creo que un mal que debe cambiarse desde la educacipon escolar basica hacia arriba, ¿pero como hacerlo, si en sus casas y familias, ven lo contrario? Efectivamente, se habla del retorno del ex alcalde destituido, por su gran facilidad para aceptar y practicar esas malas practicas. Terrible y vergonzoso lo que suce en Algarrobo.
ResponderEliminarSiempre ha sido así. Todo funciona a lo amigo, no e aplica a ley ni se cumplen las ordenanzas si uno tiene un amigo o algún billetito. Las constructoras que tienen muchos billetes grandes así lo hace, a vista y paciencia de todos. El alcalde mira para otro lado y dice que los desean denunciar que vaya a la justicia. Los abobagados municipales estoan entonces ¿par qué? Las grendes empresas siguen amedrentando a los vecinos que se atreven a ir tribunales. Algarrobo es una cloaca, verguenza, no se como la UDI no interviene o ¿están avalando los casos Jovino Novoa y del senador Orpis? Si así, estamos perdidos. Ni el chavo del 8 ni chapulin colorado Chahuan nos salvará.
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