Dos medidas indispensables que no pueden seguir esperando
En estos momentos de catástrofe sanitaria, con el alto costo de los remedios y el desabastecimiento de algunos de ellos es imperioso que en forma urgente ordene su implementación.
Alcalde, nunca es tarde para actuar, es por eso que como concejal de Algarrobo le manifiesto esta demanda urgente y que ordene de inmediato la implementación de esta farmacia comunal o popular, como quiera llamarla, pero hágalo.
No dilatemos más la ayuda a nuestros vecinos que ahora la necesitan imperiosamente.
Que alivio seria haber contado ya con una farmacia comunal para estos momentos de crisis de salud y financiera.
El propio ministro de salud ha dicho que las mascarillas Cenabas las adquiere a 20 pesos cada una.
Lo mismo ocurre con la cadena de distribución de alimentos. Si tuviéramos la anhelada feria libre, nuestros vecinos también verían aliviados sus bolsillos y garantizados los productos para sus necesidades.
Por favor Alcalde, los vecinos necesitarán en lo inmediato de toda la ayuda posible que el municipio les pueda entregar. Ahora es cuando Alcalde.
Boris Colja
Concejal de Algarrobo
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Estimado Sr. Concejal de Algarrobo, Don Boris Colja,
ResponderEliminarFíjese usted que declaro mi completa ignorancia y confusión acerca de los protocolos y procederes que debe contemplar un concejal frente a la autoridad del señor Alcalde y con quien tiene la costumbre reunirse en los Concejos para justamente tratar los temas trascendentales, los importantes y también los otros que morirán en el tintero o quizás, en el intento.
Desde la perspectiva de un ciudadano común y corriente - como este servidor - parece un total despropósito que un miembro del Concejo tenga que recurrir a la prensa para hacer valer sus derechos y tener que pedirle al jefe, en tono de ruego, imploración o plegaria, para que éste haga lo que tiene que hacer y que, en este caso, es autorizar la instalación de una farmacia comunal o popular.
Me da un poco de susto preguntarle al Sr. Concejal cuál sería su procedimiento frente a la figura del ciudadano alcalde si tuviera que pedirle que haga las otras cosas terriblemente más trascendentales, importantes y fundamentales que servirían para adentrarse en el desarrollo técnico, la sustentabilidad higiénica, el proyecto vial de Algarrobo – por nombrar algunas - más todas la demás que conforman las urgentes necesidades del NO-Balneario (según lo señalado por su mercé, y máxima autoridad, en más de una ocasión) y que nos tienen detenidos en el tiempo como si el Covid-19 hubiese estado instalado en la comuna desde que apareció el primer hoyo en la costanera o asomó el inédito primer zurullo flotando libremente en la casi extinta playa Las Cadenas.
En lo personal, me deja sumido en el desaliento que usted tenga que utilizar este procedimiento para hacerse oír por el ciudadano a cargo, y de paso, involucrar al pueblo algarrobino y a los demás afincados, peregrinos, veraneantes y visitantes, para que la voz de usted atraviese la dura coraza de palo del susodicho y sea capaz de conmoverlo hasta las lágrimas (¡já!) o aún mejor, arrinconarlo sin posibilidad ninguna de escape, y con ello, empujarlo, conminarlo y obligarlo a hacer las cosas que debe en vez de gastarse los recursos en servir a la causa de los condominios y las grandes inversiones inmobiliarias o a otras manifestaciones económicas del poder, el acaparamiento y la gloria.
El lado oscuro de mi mente cochambrosa tiende a imaginar que para candidatearse a la alcaldía que viene, es mejor hacerse cargo de la lucha que le corresponde desde la trinchera donde quería estar y donde lo puso el deber.