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domingo, 5 de marzo de 2017

COFRADÍA NON GRATA. REPORTAJE DE ESTA SEMANA DE REVISTA “QUÉ PASA”

Publicación Solicitada

El Movimiento Ciudadano Rescate Pingüino y el Comité Ambiental Comunal, ambos de Algarrobo, nos han solicitado reproducir el reportaje de la referencia como medio informativo de las redes sociales de la Comuna, a lo cual hemos accedido conforme a nuestra editorial de dar espacio a la libertad de expresión, sin emitir juicio o tomando posición de nuestra parte. Es por ello, que la entidad concesionaria aludida, la Cofradía Náutica del Pacífico, tiene y tendrá en este medio, igual facilidad para expresar su posición y argumentos las veces que lo estime necesario. Una situación coyuntural como ésta, necesita un dialogo positivo que zanje de la mejor manera posible el impasse, velando por el bien común de la comunidad algarrobina.

Por Estela López García /Marzo 3, 2017
Revista Que Pasa. Chile

En medio de gritos y banderas flameando aparecen unos niños disfrazados de pingüinos. Sostienen con fuerza sus carteles mientras avanzan por el borde costero de Algarrobo la tarde del 11 de febrero recién pasado. Los niños agitan tímidamente sus carteles pidiendo la liberación de su isla. “No quiero que me sigan rompiendo los huevos”, exigen algunos; “40 años de destrucción y muerte”, acusan otros.
Recorren algunos metros de una calle sin salida que termina a los pies de la Cofradía Náutica del Pacífico, un club de amigos fundado en 1967. Se mantienen lejos, muy lejos de la Cofradía y se detienen en un estrecho escenario para pedirles a los vecinos de Algarrobo que se sumen a su pelea por una historia de la cual se sabe poco y se habla menos. 
         “Soy un luchador y la lucha que estoy dando en estos momentos es porque recuperemos nuestro patrimonio”, manifiesta Claudio Tapia, “un hijo de pescador no más”, como él mismo se etiqueta y que en ningún momento deja de agitar la bandera de Chile aferrada a su cartel que dice: “Ministro de Defensa, defienda nuestra isla”. Esa isla que recorrió durante su infancia y adolescencia, donde vivió algunos de sus primeros amores. La isla Pájaro Niño, declarada Santuario de la Naturaleza en 1978, y que ahora, reclama él, es manejado por la Cofradía.
La protesta es interrumpida en repetidas veces por los autos que bajan desde el club náutico. Ya pasó el horario de salir a navegar y ahora es tiempo de volver a sus casas. También bajan unos pocos socios, los más curiosos de los 250 que tiene el club, para escuchar la manifestación. Lo hacen desde lejos, no hay intención de diálogo.
Los 200 pobladores reunidos ese sábado acusan que existe un vecino desconocido para la comunidad. Un vecino que, explican, no ha sido respetuoso del medio ambiente y que no ha protegido la isla, sino que, por el contrario, ha sido investigado por destruir nidos y huevos de pingüinos que habitan allí.
                Hoy, organizaciones comunales piden que les devuelvan la isla y que las autoridades de gobierno evalúen la continuidad de este club en Algarrobo. Un club que en sus filas tuvo como socios a los más poderosos del país en algún momento de la historia. Por citar algunos: Hernán Cubillos, Roberto Kelly y Agustín Edwards, dueño de El Mercurio.

EL ORIGEN

Dicen que fue un capricho de Agustín Edwards. Que así nació la Cofradía Náutica del Pacífico. “Su entusiasmo por la navegación lo llevó a fundar una sociedad de amantes de los deportes marítimos”, relata Víctor Herrero en Agustín Edwards Eastman. Ahí cuenta Imagen cartagena5que Edwards, junto a un grupo de amigos, firmaron el acta de fundación de la Cofradía Náutica del Pacífico un 22 de agosto de 1967.
Entre los propósitos del origen del club estaba fomentar las actividades deportivas náuticas en la zona insular de Chile y el conocimiento del futuro marítimo del país entre civiles y profesionales. Querían, también, crear un ambiente de camaradería.
En ese entonces no tenían una sede establecida, por lo que se juntaban, una vez al mes, en sus casas particulares. Ahí hablaban de su afición por el mar, pero también de otras cosas. Por ejemplo, de la agitación política que se vivía en el país a principios de los 70 y que a sus ojos era profundamente amenazante.
                Lo explicaba con más detalles Hernán Cubillos en una entrevista que dio a Qué Pasa en 1996: “La Cofradía nace como una inquietud que teníamos fundamentalmente Roberto Kelly, Agustín Edwards y yo (…). La evolución hacia los temas políticos fue un proceso natural a medida que se agravaba la situación del país. De ese club fue naciendo una relación que nos permitió ir pasando información a las Fuerzas Armadas e ir recibiendo nosotros sus inquietudes”.
                En ese entonces, Cubillos era parte del grupo más íntimo de Edwards, cuenta la biografía de Herrero. Lo mismo corría para Kelly, quien se había sumado a las filas de cargos gerenciales de las empresas de la familia. Fue Cubillos, de hecho, quien le abrió las puertas de la Armada a Edwards y a través de él generó los primeros puentes con José Toribio Merino, hombre clave en el golpe militar y quien años después también sería socio de la Cofradía. De hecho, la historia da cuenta cómo varios de los fundadores del club tuvieron un rol importante tanto en el golpe de Estado como en los primeros años de la dictadura. Y también en el pensamiento económico neoliberal a través de la elaboración de El Ladrillo.
Fue en dictadura cuando la Cofradía logra encontrar un lugar donde instalarse. En 1977, y por un periodo de 20 años, se le entrega de forma gratuita una concesión marítima sobre un sector de la playa y fondo de mar en Algarrobo. Justo frente a la isla Pájaro Niño. Ahí, la Cofradía Náutica del Pacífico estacionaría sus yates: entre el borde costero y la islore de 200 metros de diámetro. Un territorio en que se preservan aves como el pingüino de Humboldt y el pingüino magallánico.
En 1997 solicitan la renovación de la concesión por 20 años más. El entonces ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, otorga a título gratuito la renovación. Actualmente, Edmundo Pérez Yoma es socio de la Cofradía.
Los pobladores de Algarrobo se oponen a que esta vez aquel trámite sea fácil. Este año es clave para los 200 pobladores que a partir de marzo, y apoyados por el senador Ricardo Lagos Weber, iniciarán una ronda de reuniones con las autoridades de gobierno que tienen voto en este tema. Para ellos este próximo 30 de junio cuando vence la concesión, es una oportunidad para que no se renueve o que al menos se generen cambios.
“Hoy no se pueden tomar las decisiones entre cuatro paredes e hipotecar un Santuario de la Naturaleza simplemente para el privilegio de unos pocos, por muy poderosos que sean”, acusa el vocero de la organización Liberemos la Isla, Marcelo Valdebenito.
Cuando dice poderosos, no sólo está hablando de fundadores, como Agustín Edwards, que sigue siendo socio de la Cofradía, sino también a otros personeros que son parte del club como al empresario Bernardo Matte, el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro —según confirman altos socios de la cofradía—, y el ex ministro de la Comisión Nacional de Energía durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle,Alejandro Jadresic, según el mismo confirma.
Justamente ellos son parte del grupo que se verá afectado directamente si el ministro de defensa, José Antonio Gómez, decide no renovar la concesión este año. Mientras tanto, los pobladores de Algarrobo insisten en que la Cofradía se ha vuelto un vecino incómodo, con los que no han tenido un mayor diálogo para arreglar sus diferencias.

“UN MAL VECINO”
En medio de los gritos de la protesta llama la atención una crítica recurrente entre los pobladores: el club es ajeno, es un ovni, es un desconocido, es un mal vecino, acusan.
“Éramos la puerta delantera y ahora somos la puerta trasera”, asegura Tapia. Aún con su bandera flameando mira con desazón el borde costero y replica: “Esto echó a perder lo que hicieron acá”.
Las organizaciones comunales de Algarrobo critican que en 40 años la Cofradía no ha cumplido con las obligaciones que se le entregaron junto con la concesión. Estas son: provocar el menor impacto posible en el medio acuático y tomar medidas especiales para impedir que, a través de sus instalaciones, personas extrañas y no autorizadas pasen al islote.
La construcción del pedraplén, que une la isla con los terrenos de la Cofradía y que la convirtió, en términos prácticos, en una península, ha facilitado el ingreso de personas al santuario y de animales que pueden dañar el ecosistema de la isla.
Estos hechos incluso fueron investigados por la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) en 2012 y 2013, a raíz de una denuncia ante el Servicio Nacional de Pesca, que indicaba que personas que pertenecían a la Cofradía estaban destruyendo nidos y huevos de pingüinos bajo órdenes del administrador Francois Carlier.
El informe de la PDI recoge declaraciones de tres testigos que aseguraron que en diversas y repetidas ocasiones se practicó el rompimiento de huevos del islote. Estas prácticas, indicó el testigo 1, fueron ordenadas por el administrador y ex gerente general, argumentando que “las fecas de las aves tenían mal olor y ensuciaban los yates”. Para ello, agrega el testigo 2, se “rompían sin discriminación con sables de vela de yate y palos de escoba. A veces íbamos siete funcionarios y rompíamos 500 huevos por cabeza”. El mismo testigo agrega el antecedente que entre los años 2003 y 2005 “hubo una matanza de pingüinos de parte de perros callejeros”. Puntualiza que cerca de 200 aves murieron y que también asesinaron a los perros.
Los testigos que presentó la Cofradía confirmaron en parte lo ocurrido en 2011, precisando que fue “sólo una vez” por órdenes del administrador Carlier, al parecer por molestias de las fecas; y coincidieron en que años atrás entraron perros que mataron a pingüinos.
A la luz de este informe, el Consejo de Monumentos Nacionales solicitó al Ministerio de Defensa, en ese entonces liderado por Rodrigo Hinzpeter, que pusiera fin a la concesión marítima entregada a la Cofradía y que se restituyeran las condiciones originales del islote; es decir, la eliminación de la infraestructura construida de conexión al borde costero.
La respuesta de la Subsecretaría de las Fuerzas Armadas fue que existía una investigación en curso y que se esperaría el resultado de la misma para un pronunciamiento y que una fiscalización de diciembre de 2012 arrojó que la Cofradía estaba cumpliendo con sus obligaciones.
En julio de 2014, en la audiencia de formalización, se propuso a los imputados de la investigación, José Fuentes, Federico Núñez y Francois Carlier, una salida alternativa al juicio a cambio del pago de sumas de dinero a la Municipalidad de Algarrobo, Sernapesca y al Consejo de Bienes Nacionales. En su totalidad los pagos fueron de $7.500.000 y eso permitió que se cerrara el caso y que los tres empleados continuaran trabajando en la Cofradía.
“Se perdieron la oportunidad durante 40 años de ser un buen vecino”, sentencia el vocero Valdebenito. Mientras que uno de los socios de la Cofradía que fue testigo de la marcha afirma: “Sí hubo una multa, pero no hay nada comprobado que nosotros de manera sistemática, como dicen, hayamos matado a las aves”. El mismo socio agrega: “Tampoco somos una cuestión completamente cerrada, que no aporta en nada”.
El gerente general de la Cofradía, Pablo Muller, detalla que tienen programas de ayuda a la comunidad, como clases gratuitas a cerca de 900 niños de colegios de Algarrobo, salidas a navegar con personas de la tercera edad y empleo para cerca de 100 personas. “La Cofradía significa harto para Algarrobo”, asegura Muller, que se desempeña hace un año en este cargo. “Llegué a la Cofradía con el mandato de profundizar las relaciones con la comunidad”, reconoce Muller y confiesa: “No te voy a decir que la gran mayoría de la gente de Algarrobo nos aplaude y levanta monumentos, pero sí están conscientes de que es una fuente de actividad más de una ciudad turística”.
Desde el movimiento Liberemos la Isla aseguran que “20 años más ya es simplemente la muerte de toda la vida que hay en el islote”. Conscientes de la opinión de la comunidad, el directorio de la Cofradía ya ha empezado a delinear qué podrían ceder para seguir operando en Algarrobo.
Si bien tienen hasta junio de este año para presentar los documentos de solicitud de renovación de la concesión, esperan entregar el expediente a mediados de abril. En él, adelanta su gerente, están dispuestos a ceder una parte de la isla que está bajo su dominio y administración. También se reconocerá la disposición que tiene el club de colaborar en el plan de manejo del santuario y es probable que soliciten que el Estado les cobre por la utilización de uno de los muelles.
El Ministerio de Defensa a través de la Subsecretaria de Fuerzas Armadas consultará a la autoridad marítima acerca del cumplimiento de las obligaciones y “revisará el hecho que se le haya otorgado en 1997 como concesión gratuita”. Cabe decir que en el Reglamento interno de la Cofradía se estipula que “los oficiales y cadetes de la Armada que tripulan las embarcaciones de la Armada de Chile y mientras éstas permanezcan en la Marina de Algarrobo, tendrán el tratamiento de socios”.
De la cartera de Defensa del Gobierno agregaron que será tomada en cuenta la solicitud del Comité Ambiental Comunal de Algarrobo de no acceder a la renovación y que “se pedirán informes a los órganos públicos municipales y medioambientales que tienen competencia en la materia”, afirmó el ministerio.
El alcalde de Algarrobo, José Luis Yáñez, en tanto pide que se amplíe la concesión que tiene el municipio y se vea la posibilidad de hacer un canal que permita desconectar la isla del continente. Pero la demolición del pedraplén no es una opción para la gerencia de la Cofradía. “Si demuelen, la Cofradía no puede seguir operando ahí”, asegura Muller.
Entre los pobladores a ratos abunda la desesperanza de que el gobierno se haga eco de sus demandas y no renueven la concesión a este club, Tapia, el pescador, dice: “Honestamente es muy difícil ganarles a estos señores, pero sí tengo fe de que nos entreguen la isla”.
Arraigado a esta misma confianza de la inminente renovación, el gerente de la Cofradía asegura: “Francamente no nos hemos puesto en la situación que no nos renueven la concesión porque estamos seguros de que nos la renovarán”.

Fuente: Portal Web Revista Qué Pasa. Para acceder al artículo usar el siguiente enlace

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4 comentarios:

  1. PLOP!!!! Esta periodista debe trabajar en investigaciones. Información que si contiene falsedades o errores, el club debe rectificar o aclarar, queda muy mal. Gracias por publicarlo, había intentado leerlo sin exito.

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  2. con un origen asi ¿porque hay que creerles?

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  3. Impactante. Retrotrae el presente a los orígenes en tiempos en que no había conciencia ambiental, ecológica y cuidado de la vida de la fauna y flora silvestre, tampoco del cuidado de las playas, riqueza principal de Algarrobo. Es lógico que la renovación de la concesión marítima debe pasar por un severo y muy objetivo estudio de los múltiples efectos que tiene la conexión del continente al islote. El Ministerio de Defensa debe actuar y tener cuidado de que en la decisión no influyan las estrechas o indirectos intereses de una rama delas FF.AA. que no pude ser a la vez juez y parte. En ello, los parlamentarios de la zona tienen un rol muy importante y todos deben pronunciarse a la brevedad posible. También el alcalde y el Concejo en unanimidad deben tomar una posición, actualmente, están en una posición de observadores tibia o "light"

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  4. Soy Nelson Pérez B. Lo que realmente interesa a la Comunidad de Algarrobo es recuperar el ISLOTE con o sin Concesión Marítima a la Cofradía. Esta Cofradía evaluará si sigue en su actual territorio o decide trasladarse a otra parte.

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